Pesca en kayak

Iniciación al curricán desde kayak de pesca

por Jaime Agullo 22 de diciembre de 2012 9 comments

Esta estación del año en la que estamos es perfecta para estrenarnos en la pesca al curricán desde kayak de pesca, por el buen tiempo que nos acompaña y porque es una época en la que se dejan ver los electrizantes túnidos en busca de alimento aproximándose a la costa, momento idóneo para tentarlos desde nuestra modesta embarcación. Desde cualquier kayak podremos utilizar esta modalidad de pesca, muy deportiva, sacrificada y amena. Supongo que la mayoría de aficionados a la pesca o al mar conoce sobradamente a qué se le llama curricán de superficie:

[quote]Consiste en el arrastre de un señuelo artificial o cebo natural (vivo o muerto) por medio de una embarcación en nuestro caso un kayak con el propósito de engañar y capturar a un pez.[/quote]

Aquí os dejo unas recomendaciones y nociones básicas para iniciarnos en esta técnica:

Entrenamiento y sentido común

Primer “hadicap” respecto a las embarcaciones a motor. A nosotros nos resultará más difícil aguantar largas jornadas de pesca porque nuestro combustible será nuestra resistencia, por eso es de vital importancia la forma física del pescador, la cual iremos adquiriendo con salidas regulares al mar. Cuanto más tiempo estemos dándole al remo, más posibilidades de enganchar una pieza tendremos. ¡Así que a remar mucho para ponerse en forma y poder curricanear más tiempo sin agotarnos antes de la deseada picada! Es muy importante planificar la jornada en casa, realizar paradas de descanso y llevar un buen avituallamiento. En esta modalidad podemos conseguir capturas todo el año, pero para tener más posibilidades de obtener capturas habrá que tener en cuenta las horas más propensas, estaciones del año con más actividad en determinadas especies, climatología, datos del viento, mareas, altura de las olas, turbiedad del agua,… así no estaremos remando en balde.

Equipo simple

Un par de equipos compuestos por caña y carrete será nuestro equipo de pesca base, pero debemos tener en cuenta que no cualquier caña y carrete sirve para curricán. Personalmente a mí me gusta llevar cañas sensibles en el kayak: una de caña de spinning y otra jigging ligero que las utilizo como si de cañas de curricán se tratasen. Estas cañas me gustan porque observando el puntero puedo saber si está trabajando bien el señuelo. Otras más rígidas no me permitirían ver esta acción del señuelo. Fácilmente sabremos por el movimiento de la puntera si tenemos algún lío en las líneas o algún alga que no deje navegar al señuelo en buenas condiciones.

Los carretes que yo utilizo son de bobina giratoria. Para mí son los mas fáciles de manejar y adecuados con las cañas de pesca que llevo, como he dicho anteriormente, uno de jigging y otro de spinning, los 2 con buena capacidad de hilo. Mis carretes van rellenos de trenzado con bajo de fluorine o fluorocarbono. En cuanto a la líneas de pesca podremos utilizar desde el nylon y trenzado-bajo de fl
uorocarbono a fluorine,… cualquiera es válida. A mí me gustan las líneas finas para señuelos pequeños o con poca acción. Para señuelos con más acción o de mayor tamaño no me importa aumentar el diámetro de la línea. Ej: Líneas o bajos de línea que utilizo para la lubina: del 0.30 o incluso menos hasta líneas de 0.50 para otras especies menos esquivas. Como me decía un viejo pescador: “Cuanto más larga y más fina, obtendrás más picadas”. Enganche línea-señuelo: Grapa, quita-vueltas o directamente al señuelo, cada uno a su gusto. Los señuelos pueden ser artificiales, vinilos, plumas,… existe un extenso mundo de marcas y modelos en donde elegir.

Acción de pesca

Estamos hablando de pesca al curricán costero y de superficie aunque podamos utilizar algún señuelo de babero largo que pueda bajar a cotas de más de 5 metros. No vamos a entrar a desmenuzar la técnica del curricán de fondo ya que es demasiado costosa para iniciarse sin haber practicado debidamente el curricán de superficie.

Posición de las cañas

Llevaremos 2 cañas en proa o en popa (a gusto del pescador), pero siempre bien abiertas para prevenir los inoportunos líos entre ellas. Para evitarlos, aparte de lo anteriormente comentado pondremos una línea larga con un señuelo que baje siempre menos que el señuelo que pongamos en la línea corta. Con este sistema en los giros las líneas no se nos cruzarán y trabajarán a diferentes alturas. Regularemos el carrete debidamente antes de soltar líneas. A mí en particular no me gusta dejar el carrete demasiado abierto, más bien me gusta tenerlo durito pero que suelte línea. Por ejemplo, si sospechamos o tenemos intención de tentar algún dentón a curricán de superficie, apretaremos más el freno del carrete para mejorar la clavada.

La velocidad

Este es otro inconveniente respecto a las embarcaciones a motor. A nosotros más nos vale adoptar un ritmo de travesía constante si no queremos acabar la jornada de pesca al curricán antes de tiempo. En el curricán de superficie, me decantaría por llevar un ritmo generalmente de unos 3 a 4 nudos, pero las circunstancias de la mar no serán siempre las idóneas para mantener esta velocidad.

Respecto a los señuelos artificiales, generalmente utilizaremos señuelos que navegarán entre la superficie y los 2 metros por debajo de ella. El problema vendrá cuando utilicemos algún señuelo de babero largo. Estos ejercerán mucha resistencia al avance y nos empujarán hacia el lado donde tenemos la caña, dificultándonos el ritmo de paleo. Lo podemos solucionar poniendo 2 señuelos que ejerzan parecida resistencia o dejando una sola caña lo más centrada posible, o si en vuestro caso tenéis timón ir corrigiendo el rumbo. Podemos utilizar cebo muerto al curri de superficie.

La velocidad que adoptaremos deberá ser un poco más lenta que la habitual con artificial para no desgarrar el engaño. Si paseamos un vivo en superficie lo llevaremos aun más despacio, no más de 2 nudos. Aquí tenemos una ventaja respecto a las embarcaciones de motor: a muchas le cuesta navegar a una velocidad tan reducida. Según el estado del mar y claridad de las aguas, la velocidad debería de variar: cuanto más limpia el agua, más velocidad tenemos que imprimirle al señuelo, aunque es una regla que no siempre tiene porqué cumplirse. Es importante estar siempre con la vista al frente, alerta de cualquier movimiento tanto en el mar como en el cielo. Cuando localicemos una “pajarera” o ataques en superficie intentaremos pasar bordeándola varias veces hasta que se produzca la picada. Es muy recomendable apuntar en cada captura las condiciones de pesca que se daban en ese momento. Ej: Lugar, día x, estabilidad del tiempo, grados de temperatura, profundidad, señuelo triunfador, viento predominante,… Lo que intentamos con estos parámetros y datos es remar en los momentos más propensos para capturar la pieza deseada.

Especies a nuestro alcance al curricán desde kayak de pesca

Podemos capturar una gran diversidad de especies al curricán de superficie: desde un simple jurel hasta un gran atún. Peces de pequeño tamaño como jureles, jurelas, alachas, estorninos, caballas, sardinas,… nos harán disfrutar si tenemos un equipo ligero acorde con estas capturas. Espetones, barracudas, agujas, palometas,… son especies peleonas que no faltarán en nuestras jornadas de remo. Palometones, golfares,… estos bichos agresivos alcanzan unos tamaños impresionantes. Es una delicia pelar uno de estos ejemplares de buen tamaño. Su carne no es muy apreciada, pero la subida de adrenalina durante la pelea bien se merecerá una buena suelta. Los túnidos son las verdaderas estrellas del curricán de superficie. Es impresionante ver las carreras de bacoretas que pueden alcanzar unos tamaños de más de 15 kg. Bonitos, melvas e incluso algún atún “joven” de 20 kilitos nos pondrán los equipos al límite y la adrenalina por las nubes. La aguja imperal o emperador/pez espada son animales bestiales que más nos vale que si pican en nuestro curri, sean de un tamaño que podamos combatir con ellos.

La llampuga es otra pieza divertidísima e incasable luchadora que nos dará mucho juego al final del verano y principios de otoño. La lechola o serviola es una pieza codiciada que puede darse al curricán puesto que habita en toda la capa de agua. Será difícil dar con grandes ejemplares de serviola pero nada es imposible en la pesca. La lubina, reina de la espuma por excelencia, también es una especia tentable con esta técnica. El dentón no es una pieza que se de al curricán de superficie pero en época de freza se acerca a la costa y es momento de darles captura. ¿Otro tipo de piezas? Vacas, doncellas, serranos, arañas (cuidado con las púas de este venenoso pescado), pez ballesta,… Y alguno más que me olvidaré. Y por si aún no os ha entrado el gusanillo de probar el curricán desde kayak os dejo este vídeo de una de mis salidas en busca de bonitos.

¿A qué estáis esperando? Respetemos siempre la tallas mínimas y a disfrutar. ¡Señuelos al agua!