La erradicación del Salvelino de la Laguna de Peñalara: ¿Una experiencia trasladable a otros lagos de montaña?

La erradicación del Salvelino de la Laguna de Peñalara: ¿Una experiencia trasladable a otros lagos de montaña?

La erradicación del Salvelino de la Laguna de Peñalara: ¿Una experiencia trasladable a otros lagos de montaña?

por 25 de marzo de 2014 2 comments

Este año se cumple una década del final de la erradicación del Salvelino en Peñalara. Una especie introducida en esta bella laguna glaciar en 1970 (mucho más tarde que en los pirineos) y que había causado un gran perjuicio a su fauna autóctona. La decisión aunque no muy cuestionada por los pescadores (pocos subían la caña hasta allí) si abre un debate sobre la idoneidad de erradicar especies exóticas de nuestros ríos, embalses y lagos, más cuando el salvelino es también un famoso inquilino en los lagos de los pirineos.

laguna-penalara La Laguna Grande de Peñalara se sitúa en la cara sureste del macizo de Peñalara (Sierra de Guadarrama, en la vertiente madrileña del Sistema Central). Es una pequeña laguna de alta montaña en un circo glaciar en pleno, desde hace unos pocos meses, Parque Nacional. En esta laguna, en la que no había peces, fue introducido el salvelino en una decisión (como muchas de las que se tomaron en esos años) en las que no se evaluó sus consecuencias que se resumen en la desaparición de numerosas especies.

salvelino

El salvelino (Salvelinus fontinalis), es un salmónido nativo del noreste de Norteamérica. Vive en lagos y ríos de aguas frías, claras y bien oxigenadas. Su característica más importante es que es una carnívoro muy voraz, que se alimenta de macroinvertebrados, zooplancton de gran tamaño, juveniles de peces y larvas de anfibios. Los adultos rondan generalmente los 20-35 cm de longitud y menos de 0,5 Kg de peso. Esta voracidad se hizo notar no sólo en pequeños invertebrados sino especialmente en los anfibios, con algunas especies endémicas de la zona con claro proceso de extinción. La salamandra y el sapo partero desaparecieron tras la introducción del salvelino y la la rana patilarga desapareció del arroyo de salida, tras la colonización de este tramo por peces procedentes de la laguna.

redes_captura

El proyecto de erradicación se realizo entre el verano de 1999 y el verano 2004, aunque con diferente esfuerzo en los distintos años. Se emplearon redes en el fondo (permitiendo una elevada captura de ejemplares adultos) y posteriormente paralelas a las orillas para capturar ejemplares más jóvenes. El resultado fue la erradicación de un total de 550 individuos, de hasta 4 años de edad.

Resultados positivos

Esta tarea se extendió a los distintos arroyos de la Hoya de Peñalara. Los resultados obtenidos en 2008 confirman el colapso de las poblaciones de salvelino en el Arroyo de la Laguna de Peñalara y en el Arroyo Dos Hermanas. Esta realizada con pesca eléctrica demostró ya en el 2008 por el reducido número de ejemplares capturados y la estructura de edades observada indicaban que la población de salvelino en ambos arroyos está abocada al fracaso reproductivo y probablemente a la extinción.

La erradicación supuso un cambio muy notable en las poblaciones de organismos acuáticos en macroinvertebrados se pasó de 9-13 familias antes de la erradicación a 23 familias. En anfibios la colonización de nuevas especies fue muy rápida de sólo 1 (el sapo común) otras tan importantes como el sapo partero y la salamandra vuelven a vivir en la laguna.

salamandra

De especial relevancia es la completa erradicación del salvelino en el Arroyo de Dos Hermanas la idoneidad de este curso de agua como hábitat para rana iberica (por lo que está siendo empleado como lugar de recepción de las translocaciones de ejemplares de rana patilarga).

Diferencias entre los lagos pirenaicos

Comentando este tema con otros pescadores me he encontrado con respuestas de todo tipo. Unos que les parece una opción acertada y otros que todo lo contrario con frases como “anda que erradicar un pez por unas ranas…”. Para mi es acertada, especialmente dado la fragilidad de un entorno casi único en el Sistema Central (sólo encontramos lagunas glaciares en la Sierra de Gredos) y vuelvo a mi tesis sobre el enconado debate de especies de fuera sí, o especies de fuera no por un DEPENDE.

lago-trucha-2

Para evaluar la recuperación de una especie o no hay que considerar si hay o había especies que autóctonas que lo habitan, si el entorno permite esta recuperación, el daño que este produciendo esta especie alóctona o por supuesto condicionantes socioeconómicos. Os pongo un ejemplo con pocos kilómetros de distancia, el curso alto del Lozoya con el Pantano de la Jarosa ambos en la Sierra de Guadarrama. El primero alberga la aunque escasa, más importante población de trucha común autóctona de Madrid y el segundo es un coto intensivo en el que se repuebla con arcoíris de gran tamaño y alberga también una buena población de Lucios. El primero con medidas adecuadas como vedas de tramos reproductivos, fomento de la pesca sin muerte y repoblaciones sólo con ejemplares autóctonos se puede garantizar que la pintona siga poblando el río, un esfuerzo que se puede trasladar aguas abajo entre las presas de Pinilla y Rio Sequillo donde se coge el atajo de soltar arcoíris. En el caso de La Jarosa, que no albergó trucha común pensar en crear un entorno para ella es inviable, mientras que con el Lucio y la arcoíris se conforma un coto intensivo, un lugar más para la pesca.

Si nos vamos a los Pirineos donde en muchos lagos fue introducido el Salvelino desde los años 30, hablamos en un entorno donde ya en muchos casos comparte con la trucha y por tanto el resto de “habitantes” se han desarrollado alrededor de un pez voraz con el que compiten y por tanto no existe la fragilidad que en Peñalara. Y por supuesto, añadimos la importancia socioeconómica de las excursiones de pesca a estos lagos en verano, un atractivo para reactivar esta zona más allá de lo que aporta el turismo invernal.

En resumidas cuentas, recuperemos todos los entornos posibles, luchemos para que los hábitats autóctonos no se deterioren pero analizando dónde se puede, cómo y sus consecuencias. Combinar conservación, recuperación y mantener algunas especies “foráneas” para su pesca y beneficio de pescadores y población local es compatible y defender radicalmente cualquiera de las dos tendencias sin considerar todos los condicionantes es contraproducente.

2 Comentarios

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  1. Miguel Ángel
    #1 Miguel Ángel 28 junio, 2016, 14:07

    Buenos días Antonio, permíteme que te corrija un par de datos en los que no estoy de acuerdo contigo: en el año 1967, en la laguna de Peñalara y en el arroyo que salía de la misma, había una buena población de trucha común (Se pescaban por parte de los pocos pescadores que subían /subíamos con caña ), que fue desapareciendo a raíz de la suelta de salvelinos. Con respecto a La Jarosa, yo he pescado alguna trucha común en los 90 (Cuando no había lucios y había una abundante población de cachos y Black Bass). De hecho, en la última, casi, desecación del embalse, hace unos años, se pescaron bastantes truchas comunes (De mas de 1kg, todas) al empezar a entrar agua por uno de los arroyos, debido a un transvase procedente de otro pantano (En su momento no me enteré de donde procedía).

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  2. Toni Martínez
    #2 Toni Martínez 25 marzo, 2014, 14:00

    No puedo estar más de acuerdo en TODO lo que has expuesto Antonio. Como pescadores es obvio que alguno lo verá como una aberración, el matarlos por salvar unas salamandras, pero quizás sería un punto de vista algo egoísta por nuestra parte hacia el medio ambiente. Como bien comentas hay muchísmas zonas donde ésta especie puede vivir y aclimatarse sin daños, creando una zona de pesca que atrae a un determinado sector de la afición que deja dinerillo en zonas seguramente siempre necesitadas y ávidas de nuevos turistas. Y no solo con el salvelino, ésto es válido a todas las especies alóctonas que conviven con nosotros desde hace ya muchos años. Saludos!!!

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