¿Existen los señuelos artificiales de pesca milagrosos?

¿Existen los señuelos artificiales de pesca milagrosos?

¿Existen los señuelos artificiales de pesca milagrosos?

por 21 de diciembre de 2015 2 comments

De un tiempo a esta parte, los aficionados a la pesca con señuelos artificiales, ya sea en embalses, ríos o en el mar, se están viendo desbordados ante la gran avalancha de marcas, modelos, colores, diseños y texturas que pueblan los stands de las tiendas y comercios dedicados al deporte de la pesca.

Se trata de muestras venidas allende los mares, sobre todo de Estados Unidos y Japón, que aúnan los mejores materiales junto con las técnicas más depuradas en materia de aerodinámica y formas de impresión de pinturas cada vez más logradas que hacen de estos artilugios verdaderas obras de arte de la ingeniería pero que, y a pesar que nos las ofertan como señuelos capaces de atraer a todos los depredadores de la zona, lo cierto es que muchos de ellos pasan por el mercado sin pena ni gloria y terminan siendo olvidados por los pescadores.

Los inicios de los señuelos artificiales de pesca

Desde que en la década de los años 30, el finlandés Laurie Rapala confeccionara el que, a la postre fue el jerkbait más vendido del mundo, el archiconocido modelo original, mediante el empleo de corteza de árbol, papel de aluminio, (del utilizado como envoltorio de chocolatinas) y negativos de fotografías fundidos, la evolución de los señuelos artificiales ha entrado en una vorágine de nuevos modelos y marcas que combaten entre si comercialmente para mantenerse en la cúspide y, sin embargo, el modesto señuelo que ideó nuestro amigo finlandés, realizado a raíz de muchas horas de observación que dedicó en sus jornadas de pesca, continúa siendo uno de los señuelos más efectivos del mundo, 70 años después. ¿Por qué?

Los pescadores, a través de las revistas especializadas así como en las páginas virtuales de Internet, hemos tenido acceso a las novedades de los fabricantes de señuelos con una rapidez asombrosa y estamos al día en cuanto a los avances que se producen, desde los departamentos de investigación que estas empresas poseen.

evolución de los señuelos artificiales

Sin embargo, esto no siempre ha sido así ya que cuando en España el uso de la red aún no había llegado a los hogares y las revistas de pesca de la época, a menudo compartidas con la caza, dedicaban sus esfuerzos a pescas que hoy en día podríamos decir que son más tradicionales, los pescadores de lance ligero apenas poseían unos cuantos señuelos que solo presentaban variaciones en cuanto a tamaño y color.

Eran los años felices en que íbamos a pescar basses con el mismo equipo con el que tentábamos a las truchas, donde las cucharillas giratorias se nos mostraban como armas tremendamente eficaces ante cualquier depredador de agua dulce (y lo son).

Cuando nuestro objeto eran los lucios, la clásica cucharilla de lana roja o las cucharas ondulantes conocidas como “calzadores”, permitían pescar durante toda una jornada, de sol a sol, a pie del embalse o del río, sin romperse la cabeza pensando en colores, tonalidades del agua o estación del año en que se encontrase.

Y que decir de los pescadores de mar que se hacían con estupendos ejemplares de lubina mediante el empleo de modestas imitaciones de angulas, realizadas con silicona, o en el norte, el empleo de los artesanales chivos.

Marcas como Mepps, Celta, Lukris, Evia, Koala, Kali, los carretes Sagarra que tantos peces han varado en la orilla o la propia Rapala, constituían casi en exclusiva la oferta de artículos de pesca y parecía que con eso bastaba para disfrutar de nuestro deporte favorito.

Y no hace tantos años de aquello, apenas unos 20.

El Boom de los señuelos artificiales de pesca milagrosos

La entrada en nuestro país del universo vinilo supuso en inicio de la espectacular evolución en la forma de entender, a partir de ese momento la pesca, sobre todo en cuanto a la pesca del bass, debido al cambio que supuso el paso de señuelos duros a otros que parecían volver locos a los depredadores. Se habría la posibilidad de ofrecer lo que en ese momento comían los depredadores, algo que solo los pescadores de mosca estaban capacitados para hacer.

Boom de los señuelos artificiales de pesca milagrosos

Actualmente el mundo de los cebos de vinilo es el ejemplo perfecto de la encarnizada lucha que mantuvieron a partir de ese momento las empresas de señuelos para ofrecer a sus clientes los avances más novedosos para captar su atención bajo la denominación de estos nuevos señuelos con el apelativo de “definitivo”. Avances como olores nuevos, inclusión de feronomas, inyección de sal para hacerlos más pesados, colores y tamaños así como diseños cada vez más logrados que dotaban a estos cebos de un realismo impresionante que no pasaba desapercibido ni para el pez ni para el pescador.

Los señuelos duros como cranckbaits, minnows, spinnerbaits, paseantes, poppers, etc, no les van a la zaga a sus compañeros de “goma” y es en características específicas como la acción de estas muestras bajo el agua, su profundidad de natación, su sonido o los diferentes de sistemas de lance a través de contrapesos los factores que hacen que los diseñadores se estrujen los sesos para lograr los resultados esperados.

Modas pasajeras.

Todos estos avances tienen como consecuencia, que el pescador tenga que renovar sus señuelos con cierta periodicidad por miedo a que, éstos, se queden obsoletos o anticuados ante los nuevos productos, en teoría más efectivos, con la consiguiente sangría económica para los bolsillos.

En muchos casos, la novedad que supone ante los ojos de un predador la visión de un señuelo totalmente nuevo, al cual no esté acostumbrado, sí que puede producirse en un mayor número de picadas pero ¿por cuánto tiempo?
Probablemente, si un señuelo se pone de moda y la mayoría de pescadores que acuden al mismo lugar de pesca lo anudan a sus sedales, la lógica nos invita a pensar que, después de las primeras jornadas de éxito, el pez aprenderá a asociar nuestro flamante engaño con un peligro evidente, traduciéndose en un descenso paulatino de picadas con este cebo.

Parece cierta la afirmación que dice claramente que los señuelos actuales están diseñados para pescar, no tanto los peces a los que en principio van destinados, sino a los pescadores que en definitiva son los que van a otorgar beneficios económicos a la empresa.

A todos nos ha pasado en alguna ocasión, al ir a pescar con una amigo a nuestro lugar habitual, y que éste, en un momento dado, ha sacado de su caja la última novedad recién llegada a la tienda de pesca y después, al acabar la jornada, literalmente nos ha “mojado la oreja” sacando peces donde momentos antes nuestros señuelos han peinado el lugar donde este señuelo ha triunfado de manera demoledora. Y a todos se nos ocurre la misma idea; se nos enciende la bombilla y llegamos a la conclusión de que debemos acudir a la tienda o comercio habitual a cargar con varios de estos señuelos milagrosos para emplearlos como locos, seguramente hasta que quedemos con otro amigo y nos suceda otra vez lo mismo. Se trata finalmente de poder ofrecer a nuestras presas lo que quieran comer en cada momento del día, o en su defecto, molestarles de tal manera que consigamos que piquen por rabia o territorialidad.

Los chalecos donde antes cabían perfectamente unas cuantas muestras, ahora se traducen en mochilas repletas de cajas, llenas a su vez de artilugios de lo más variopinto con la esperanza de tener picadas sí o sí.

Esta circunstancia hace que un pescador a los pocos lances sin obtener respuesta en forma de picadas, comience a cambiar de cebo de manera mecánica, negando así la confianza de cuantos señuelos no obtengan un resultado inmediato y arrinconándolo cada vez en lo más profundo de la caja, en detrimento de otros con los que guarde más confianza.

Conclusiones, ¿existen los señuelos de pesca milagrosos?

¿Existen los señuelos milagro? Yo creo que no. Más bien pienso que son otros factores como son los niveles de concentración por parte del pescador, la observación y el conocimiento del medio y de la especie que vamos a tratar de capturar, los factores clave a la hora de tener éxito o fracaso en una jornada de pesca.

Cada vez que algún conocido me pregunta cual es el señuelo más eficaz, mi respuesta es siempre la misma: aquel que más tiempo aguanta bajo el agua. Parece una perugrollada pero es que no hay más verdad que esta ya que se trata de una mera cuestión de probabilidades.

Está claro, por lo menos lo parece, que en determinadas épocas del año o en diferentes condiciones ambientales o meteorológicas, el empleo de determinados señuelos o diferentes formas de los mismos, colores, velocidades de recuperación, profundidades de natación, etc. decantan la balanza en favor de ciertos señuelos en comparación otros, por lo que conviene tener una selección de muestras que nos permitan solventar diferentes situaciones con éxito, no siendo lógico poseer diferentes cebos que presenten características sustancialmente similares entre ellos ya que esto haría que no tengamos claro cual colocar al otro extremo de la línea.

Después de ver la cantidad de empresas dedicadas a la fabricación de señuelos que nos bombardean con sus campañas de publicidad, llama la atención que firmas como Rapala o Heddon hayan, no solo aguantado el paso del tiempo con éxito, sino que consigan desbancar a sus adversarios en cuanto a índices de ventas y niveles de confianza por parte de los pescadores de todo el mundo.

En fin, espero no haberles aburrido con estos pensamientos que he intentado plasmar en estas líneas y espero que pase lo que pase, sigamos de nuestro deporte favorito por mucho tiempo.

Un saludo y que pesquen mucho.

2 Comentarios

Participa en la conversación
  1. RUTHERFORD
    #1 RUTHERFORD 26 diciembre, 2015, 01:08

    Cualquier señuelo es bueno, si hay peces.En lo que atañe a mi especialidad, la pesca spinning mar de lubina la temporada ha sido un desastre.( opinion general en toda la costa norte). De todo lo que ofrece el mercado, es mas de lo mismo.Particularmente yo fabrico mis propios vinilos y rapalas.Son mas efectivos y mas economicos.Un saludo.

    Contesta a este comentario
  2. Ricky
    #2 Ricky 21 diciembre, 2015, 09:34

    De perogrullada nada, tienes toda la razon y evidentemente es logico que cuanto mas tiempo pase en el agua mas posibilidades tiene el señuelo de pescar…cae de cajon…
    Sobre la adaptacion del depredador al señuelo es un punto clave al que muchas marcas solventan con la incorporacion de nuevos colores a sus listas de libreas pero la adaptacion es evidente y palpable, y puede que tengan memoria de pez pero aprenden, vaya que si aprenden..lo mejor es pescar con cualquier señuelo, el que sea…pero donde hay peces…buen articulo Carlos un saludo

    Contesta a este comentario