Pesca spinning continental

Que equipo utilizar en la pesca de siluro al lance desde la orilla

por Marc Camarasa Suria 8 de marzo de 2016 6 comments

Últimamente se está despopularizando y quedando en el olvido la pesca del siluro al lance desde la orilla, ya sea por la creciente moda de hacerlo mediante embarcaciones pequeñas como pueden ser los cayacs y los catamaranes o ya sea por dejarla como difícil o muy difícil.

La realidad está muy lejos de las líneas anteriores, la pesca al lance desde la orilla es más que factible y solo hay que tener en cuenta unas determinadas pautas para tener una jornada más que satisfactoria. Ahora bien es cierto que con una pequeña embarcación podemos llegar a infinidad de sitios y emociones que desde la orilla nos quedan totalmente inaccesibles.

A pesar de eso, no todo los días disponemos del tiempo ni de dicha embarcación, para hacer frente a una jornada de esas características. Pues si eres de los que se sienten más seguros des de la orilla, te gusta andar, y aventúrate a sitios inexplorados o simplemente tienes un rato libre para hacer cuatro lances, esta es tu modalidad.

Equipo para pescar siluro a lance desde la orilla

Para preparar una jornada desde la orilla el material utilizado no difiere mucho del de la embarcación, al fin y al cabo lo que vamos a pescar es lo mismo.

La caña

En cuanto a la caña es aconsejable utilizar una no muy larga, pues vamos a pescar en lugares de difícil acceso y muy posiblemente con vegetación por el medio, lo que dificultara mucho los lances, por eso aconsejo utilizar cañas de 2.1 a 2,8m, con una acción de unos 100-200g, (Pues no todos los siluros son de dos metros, la mayoría a los que nos enfrontaremos serán de tamaño medio y hay que disfrutarlos).

El carrete

Otro elemento fundamental es el carrete, este tiene que tener un buen freno y ahora vamos a lo “difícil”, hay que jugar un poco con el peso y capacidad de hilo, cuanto más grande sea la bobina más hilo para poder combatir un gran pez, pero más peso y más cansancio a la hora de hacer frente a la jornada. Esto es algo muy importante ya que si los siluros están difíciles y no quieren dar guerra, al sol, el calor y la desesperación hay que sumarle el esfuerzo de aguantar el peso del equipo, que con dos lances no se nota, pero cuando esta cifra tiene varios ceros la opinión cambia y por consiguiente los más escépticos se darán por vencidos rápidamente.

El hilo

El otro imprescindible y a juego con el carrete es el hilo, este también es difícil de elegir, pues si el carrete es más bien pequeño hay que sacrificar el diámetro para poder tener unos metros de más, y poder tener margen de maniobra si el pez es grande, por otro lado como más diámetro de hilo tengamos a menos distancia lanzaremos debido al rozamiento, por eso lo aconsejable es movernos entre 0,35 i 0,5mm.

Los señuelos

Finalmente en cuanto al equipo, falta definir los señuelos, la característica más importante que deben reunir a mi parecer, curiosamente no son las cualidades de estos, sino las que les atribuimos, y que no es ni más ni menos que la confianza que tenemos con estos. De echo, si no confiamos en los señuelos, nos cansaremos rápido de insistir, ya que en seguida entre nuestros pensamientos aparecerá: este señuelo no va bien, y una vez aparece esta etiqueta sobre dicho señuelo ya nunca funcionara.

Pero a mi parecer el problema no es del señuelo, sino que los siluros no están, o bien que para esa profundidad o en la corriente el señuelo no hace la función deseada, lo que crea otro gran dilema, pues los más impacientes lo cambiaran cada momento pensando que el que llevan no nada bien, por eso personalmente recomiendo empezar con señuelo que sepamos que funcionan. Para hacer esta gran decisión, hay que mirar en que sitio vamos a pescar, la profundidad, la corriente y el tipo de fondo.

Entre los mejores señuelos encontramos los “rappalas” , vinilos y ondulantes, todos ellos tienen un denominador en común el movimiento, y si además le podemos añadir ruido y vibración mejor.

En cuanto al tamaño de estos lo aconsejable es grande XL aunque no XXXL, pues si bien he llegado a sacar siluros que se han atrevido a morder señuelos casi tan grandes como ellos, hay que tener en cuenta como ya he dicho antes, que no todos los siluros hacen dos metros y que la mayoría tienen un tamaño menor, por lo que para intentar asegurar que el mayor número de picadas se convierta en un combate con éxito hay conseguir que el pez pueda embocar bien el señuelo. A pesar de eso no es raro sacar muchos de ellos al “robo” (cogidos por cualquier parte del cuerpo que no sea la boca). Esto es debido a que cuando el pez realiza el ataque lo falla, muchas veces es producido a que inevitablemente la tensión de la línea, hace que el señuelo no le entre en la boca y al recoger hacemos que este termine clavándosele en cualquier parte del cuerpo.

Selección de señuelo para la pesca del siluro al lance desde la orilla

En cuanto a la elección del tipo de señuelo a escoger no es 100% al gusto del consumidor, pues hay que tener en cuenta diferentes factores como son la profundidad, la corriente, los obstáculos etc… , por ejemplo en cortados profundos lo más recomendable son los ondulantes pues tienen una gran acción tanto en la larga caída de estas zonas como en la recogida, además si les ponemos doble pala para que haga ruido en cada vibración mejor que mejor.

Otro típico escenario seria en lugares con ciertos obstáculos, corriente y algo de profundidad donde lo aconsejable son los vinilos, finalmente en lugares con muchos obstáculos y no mucha profundidad los “rappala” son los mejores, pues puedes controlar la profundidad con la velocidad de recogida y son muy efectivos a velocidad lenta.

Personalmente los que más me gustan y mejores resultados me dan tanto en escenarios conocidos como desconocidos son los rapalas. A la vibración del diseño de nado se les suma las articulaciones que le dan vibración y movimiento y si este lleva sonajero mejor que mejor, ya que cuanto más ruidoso más vibraciones y más movimiento más irresistibles, más locos vuelven a los siluros.

A parte del gran poder atractivo, como ya he mencionado anteriormente y si no estamos en lugares muy profundos, con este señuelo podemos controlar la profundidad a la que va nadando, desde casi la superficie a rozar del fondo. Solo tenemos que jugar con la velocidad y presentarles el señuelo a la profundidad que creamos conveniente, evitando obstáculos jugando con la flotabilidad de estos.

Si estamos en lugares totalmente desconocidos y con aguas turbias no sabemos lo que hay debajo, de forma que a la mínima que notamos algún obstáculo dejamos que el pez suba un poquito para esquivarlo. También sabremos si el señuelo está haciendo la función correcta o no mediante las vibraciones que transmite a la caña, pues si hay algas o demasiada corriente, la rapala deja de vibrar cosa que nos trasmite que el señuelo no funciona y que no pescamos por ese motivo y no por la falta de siluros.

No desistáis y buena suerte!!