En busca de el dorado: pesca del depredador más deseado de Sudamérica

En busca de el dorado: pesca del depredador más deseado de Sudamérica

En busca de el dorado: pesca del depredador más deseado de Sudamérica

por 26 de junio de 2018 0 comments

El dorado es un fabuloso depredador muy representativo de las aguas dulces de Sudamérica, tanto en las cuencas altas como bajas. Es también conocido por los nombres de damita o pirayú, pero comúnmente más conocido en América del sur como dorado.

Conociendo al depredador

Queremos imaginar que el nombre de dorado se lo daría quien lo tuvo por primera vez en sus manos, pues el color ámbar y dorado de sus escamas es el fiel reflejo de la imagen que tendría la ciudad perdida que tanto anhelaba Pizarro en el nuevo mundo durante la Edad Media.

Nosotros como pescadores conocemos por reportajes a los grandes dorados del río Paraná en Argentina. Pero si investigamos un poco más sobre este pez, veremos que está presente en muchas más zonas de las que podríamos imaginar y estamos obligados a documentarnos bien si queremos viajar a  pescar unos bonitos ejemplares en los mejores destinos de pesca.

Obviamente lo que primero llama la atención de este pez son sus bellos colores, predominando el amarillo-naranja, con todos verdosos en el dorso, flancos más dorados y vientre plateado. El colorido en el opérculo es mucho más intenso.

Sus escamas son pequeñas siendo característico el punteado negro y una mancha negra en su potente aleta caudal. Posee ocho aletas (adiposa incluida) como todos los peces de la familia Characidae, de color naranja, aunque la fuerte tonalidad de sus colores a menudo dependen de la cuenca hidrográfica donde habitan. Como su propio género indica, Salminus, este gran depredador está hecho para vivir en zonas de corriente.

Posee el cuerpo típico de los salmones y resto de salmónidos, como el cuerpo robusto y fuerte, alargado y comprimido lateralmente en toda su longitud. Su cabeza es grande, con una gran boca armada de unos afilados dientes y una lengua musculosa, diseñada para atrapar grandes presas con pocas probabilidades de escape. Los machos suelen vivir unos 8 años y llegar a un peso de unos 8-10 kilos. Por el contrario, las hembras son mucho más longevas, pudiendo vivir hasta 25 años y llegar a doblar con facilidad el peso de los machos, habiéndose pescado con caña ejemplares de hasta 30 kilos.

Dónde encontrar el dorado

Como hemos comentado, son las aguas con corrientes los lugares donde habita, tanto en tramos altos donde no podríamos llegar a pensar que podrían moverse con facilidad peces entrados en kilos, como en zonas más bajas, donde también se aclimata perfectamente a las aguas más tranquilas.

En todos estos lugares este gran carnívoro se alimenta de todo tipo de peces (bogas, anguilas, bagres y sábalos, sus preferidos que caza sin piedad cuando éstos remontan durante su migración reproductora) junto con aves, reptiles y anfibios.

Los tramos fluviales más altos y con más corriente suelen tener una mayor concentración de dorados cuando remontan los ríos en su época de desove (entre septiembre y diciembre, dependiendo del clima anual y la latitud), donde se reproducirán con una altísima tasa de fecundidad y las larvas, tras su eclosión acabarán arrastradas río abajo, a aguas más tranquilas donde rápidamente comenzarán a depredar sobre alevines de peces y crustáceos. En esos momentos de desove, el dorado se mostrará súper agresivo, gran momento para intentar su pesca entre unos paisajes de ensueño. Toda una aventura, pues llegar a los mejores lugares implica adentrarse en zonas tropicales y subtropicales totalmente salvajes.

Las mejores zonas del mundo para la pesca del dorado

El dorado está presente en distintas cuencas hidrográficas de países como Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay y Brasil. Si bien se han llegado a capturar dorados en algunos tramos del río Negro (tributario del Amazonas) a su paso por el sur de Venezuela y Colombia, no son éstas las mejores aguas para su pesca, ya que guardan otros tesoros en forma de depredadores que conoceremos en futuros artículos.

Deberemos organizar nuestro viaje a las cuencas de los ríos Amazonas, San Francisco y Río Grande en Brasil, o a las aguas uruguayas y argentinas de los ríos de la Plata, Paraguay, Paraná (los dorados más enormes se han capturado aquí) y Uruguay, donde en la represa de Salto Grande se concentran gran cantidad de dorados y se encuentra uno de los mejores lodges del mundo para su pesca.

Aunque quizá sea en la sorprendente Bolivia donde la pesca del dorado sea la más espectacular y fructífera del mundo en la actualidad. ¿Quién no ha oído hablar de este depredador en ríos como el Mamoré y el Alto Chapare? En el vídeo que adjunta este artículo la pesca del dorado se lleva a cabo en estas aguas Bolivianas, más concretamente en el Parque Nacional y Reserva Indígena Isiboro Sécure, donde se lleva a cabo una de las mayores migraciones de dorados, solo comparables a la de los salmones en Alaska.

Llegar hasta esta remota región no es fácil pero bien valdrá la pena esa aventura para pescar los ríos Isiboro y Sécure, tributarios del Mamoré, que a su vez es tributario del portentoso Amazonas, y tentar a este bello y gran depredador entre ríos cristalinos, corrientes, pozas, saltos de agua, en paisajes salvajes de selva y montaña. Para escoger un buen destino de pesca deberemos navegar mucho por internet y dejarnos aconsejar por los expertos si queremos organizar nosotros mismos nuestro viaje, aunque si no queremos complicarnos demasiado la vida siempre podremos contactar con agencias de viajes especializadas y con algunos de los lodge de pesca de la zona que nos darán todos los servicios y muy buena pesca. Solo deberemos escoger el que más se adecue a nuestros intereses de pesca y económicos. Concretamente el vídeo es del  lodge Tsimane.

El dorado: A mosca y a spinning

Su pesca con artificiales es muy practicada, deportiva y como no, efectiva. Quizás es a mosca la técnica más utilizada por los pescadores que viajan en su busca, con equipos potentes pero ligeros y grandes estrímers de mucha movilidad y vistosidad, aunque la pesca a spinning, poco a poco va ganando enteros.

Hasta hace poco parecía que la pesca en los grandes viajes estaba reservada a los mosqueros, pero cada temporada son más los spinners que deciden viajar bien lejos para tentar las especies más deportivas del mundo con sus equipos de spinning. Para el dorado el material no difiere en exceso del que utilizaríamos aquí para nuestros depredadores tipo lucio en agua dulce, o anjovas en el mar por ejemplo.

Cañas de carbono entre 2.10/2.40 metros de acción  médium heavy (MH), acompañadas de carretes de talla media (3000 o 4000) con buenos trenzados y bajos de acero, pues los dientes del dorado pueden cortar con facilidad hasta los bajos de línea más gruesos, aunque siempre podremos utilizar fluorocarbono de buen calibre.

Como señuelos, si bien en zonas poco profundas un paseante o popper pueden ser efectivos, nada mejor como los minnows duros (flotantes, hundidos, suspendidos), los lipless, las cucharillas de buen tamaño o los shads de vinilo armados con distintos montajes, adecuándolos a las corrientes y profundidades de la zona. Las coloraciones en la mayoría de aguas suelen ser bastante llamativas, pues no es extraño encontrar aguas turbias, pero en un viaje de estas características….bien haremos en llevar algo de variedad, no solo en tamaños y tipos de artificiales, si no en colores.

El dorado ¿Una especie en peligro?

Aunque parezca mentira y en algunas zonas el dorado cuenta con poblaciones estables y abundantes, la triste realidad es que en muchas zonas de Sudamérica, este depredador ha desaparecido a causa de una sobrepesca comercial (actualmente prohibida en casi todas las zonas), la contaminación de las aguas (la minería es un problema terrible) y las represas, que impiden el remonte de los peces en épocas de desove.

Sudamérica es el Nuevo Mundo, un paraíso en todos los sentidos, pero la mano del hombre como siempre, es la causa de que el medio natural esté en retroceso, incluso en las más bellos lugares del planeta. Poco a  poco en muchas zonas esta especie parece recuperarse, fruto de las fuertes restricciones y medidas legales como el captura y suelta, que han hecho florecer nuevas poblaciones en ríos donde hasta hace poco comenzaban a ser reliquia.

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