El mejor vinilo para luciopercas

por Josan Illescas 9 de diciembre de 2014 0 comments

Sin duda, el título de esta entrada puede parecer excesivo «El mejor vinilo para luciopercas», pero si el que lo haya leído sigue este relato llegará a la conclusión de que tiene su razón de ser, ya que siempre será uno distinto para cada pescador, y no será otro que el que más utilicemos. ¿Por qué siempre preferimos uno a otros? ¿Por su probada efectividad o por pura casualidad?

Nunca lo podremos saber, pero lo cierto es que “el mejor vinilo” para la pesca de luciopercas será siempre, aunque sólo sea por pura estadística y probabilidad, el que más utilicemos, “al que más fe tengamos”. Un día no tenemos picadas, cambiamos continuamente de señuelo y, en un momento dado, tenemos una picada. Al poco rato con el mismo, otra. ¡Eureka, lo encontré! ¡Éste es el vinilo infalible! Luego habrá días en que sí piquen y otros en que no, pero esto no es debido a las virtualidades del señuelo, sino al hambre de la sandra ese día o al saber localizar a la misma, pero lo que sí es una certeza incontestable es que con el cebo que la perca pica varias veces es de su gusto, por lo que nunca deberemos dejar de utilizarlo.

Puntos a considerar en un vinilo para luciopercas

Muchas marcas, colores, tamaños y formas existen de vinilos en el mercado, siendo su relación casi interminable; incluso sólo los que nosotros mismos atesoramos en cajas repletas que ya guardan el polvo del olvido serían difícilmente cuantificables, por lo que en este artículo sólo apuntaré que para la elección de un vinilo para lucioperca (llamado en muchos lugares “cebo blando”) sólo hay que tener en cuenta un par de cuestiones básicas

Primera: que tengan mucha movilidad sean de la marca que sean. Que la cola, sea ésta en forma de tirabuzón o de aleta, se mueva al menor gesto que hagamos con nuestra caña.

Segunda: aunque sólo mencionarlo sea tan obvio que parezca hasta innecesario, habrá que utilizar señuelos que trabajen a la profundidad correcta, es decir, donde creemos que el pércido espera su comida, casi siempre pegado al fondo, prefiriendo zonas de grava y pequeñas piedras sueltas, por lo que una pesca a medias aguas tendrá muchas posibilidades de que nuestra cuenta de capturas quede a cero. Vinilos pesados, que no quiere decir que sean grandes en tamaño, nos ayudarán a hacerlos trabajar en la profundidad adecuada.

Por tanto, y terminando este escueto artículo, mi consejo sería que no compremos señuelos “sin ton ni son”, sino que nos centremos en unos cuantos de los que tenemos constancia fidedigna que son del agrado de la lucioperca. Los mismos los podremos ir cambiando durante la jornada teniendo en cuenta los tamaños y colores más convenientes según las circunstancias y escenario donde nos encontremos, pero sabiendo a ciencia cierta que todos ellos atraerán en un momento u otro al depredador –aquí la paciencia es siempre clave-. Así que, por lo dicho anteriormente, os adjunto un vídeo donde se muestra un vinilo para lucioperca de probada efectividad, digno de acompañar en nuestras jornadas de pesca a nuestros señuelos preferidos. ¿Es el mejor vinilo para luciopercas? No lo sé –cada pescador tenemos nuestras predilecciones-, pero lo que sí es cierto es que saca peces. Os lo recomiendo.