El descuido y descontrol de nuestros ríos

El descuido y descontrol de nuestros ríos

por 26 de octubre de 2011 0 comments

Hace unos meses, la Asociación Ríos con Vida publicó un informe en el que criticaba la escasez de tramos sin muerte en la comunidad de Galicia. En total tan sólo 65 kilómetros de los más de 31.000 de longitud fluvial que tiene la región: un ridículo 0,50% cuando en este 2011 se cumplen 30 años del primer tramo de pesca sin muerte en nuestro país.

 

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Es cierto que muchos pescadores practicamos el modelo sin muerte en tramos en los que no es obligatorio. Pero también es verdad que hace más daño la pesca de peces de tallas por debajo de la mínima, a veces por hacerse con anzuelos “con muerte” que destrozan al pez antes de devolverlo o porque simplemente muchos desaprensivos los meten en su cesta. Por ejemplo, hace unos días se publicaba también en prensa como la Guardia Civil detenía a dos personas en Lugo después de pescar con red más de 50 ciprínidos y una docena de truchas.

Una gota en un mar. Furtivos siempre nos encontramos y desde luego asumo que es imposible su control al 100%, pero este tipo de acciones acaba generando, al menos a mí, resquemor y malestar.

¿A dónde va mi dinero?

Hace unas semanas, finalizado el periodo en casi todas las regiones, es en cotos intensivos, y esta semana visité dos, La Jarosa en Madrid y Acebeda en Segovia. El resultado, muy pobre: una pieza el primer día y dos el segundo. Lógico en parte por el gran calor sufrido. Pero lo peor fue ver como se paseaban pescadores sin permiso de coto y sin licencia libremente, y más, cuando en ambos cotos en dos comunidades distintas ningún miembro de la guardería me pidiera la documentación.

A la vez que entraban furtivos, pregunté a otros pescadores “legales” si era esto normal. Todos bastante escamados por el fracaso de estas jornadas comentaban que sí. ¿Por qué? Según muchos de estos pescadores, el ritmo de repoblación de estos cotos intensivos no ha sido, digamos “el correcto”, más con la presión de número de pescadores que lo visitan.

Impresiones

La sensación final es que no se realiza el trabajo adecuado. Si yo me dejo un dinero en permisos y cotos es para que se invierta en ellos. Se trata de que los intensivos no sean instrumentos recaudatorios, es decir, no demos 50 permisos al día si el coto sólo soporta la mitad o menos.

Y fundamental, igual que nos gusta que nos pidan la entrada si vamos al cine o al teatro, nos gusta entregar nuestros permisos, que revisen nuestros cebos y aparejos.

Nuestros ríos son frágiles, demasiado, y el cuidado de nuestros ríos empieza por nosotros los pescadores y acaba en la Administración.

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