A finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, en la pesca de depredadores, como accesorio para realizar fotografías de las pescatas, se utilizaba un utensilio que a día de hoy, avergonzaría a más de uno y cabrearía a otros.
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Fotografías de récords
Y este no era otra cosa que el estringer: una cadena, dotada de varias grapas, de donde colgaban los peces por la membrana más fina de la boca. Era el boom de la pesca del bass, el lucio y la lucioperca en nuestro país y rápidamente, ese elemento se hizo hueco entre los pescadores y más si venía de USA.
Todos queríamos inmortalizar al final de la jornada esa pescata con el estringer bien cargado de peces. La mejor foto era la más abultada de peces. Eran otros años e incluso los pescadores que practicábamos el captura y suelta lo utilizábamos. Nunca fue un utensilio de mi agrado en todas mis salidas, ya que conservar los peces en un lateral de la barca, con el ajetreo que eso les conllevaba en nuestros desplazamientos, no me hacía demasiada gracia. Pero uno leía en revistas del sector y sobretodo las que venían de Estados Unidos y Francia, que la mortalidad de peces y en especial del bass tras la suelta, después de pasar horas en el estringer, era mínima, y lo seguía utilizando de tanto en tanto.
Pero al cabo de varios años, comencé a preferir fotografiar esos basses o lubinas de uno en uno, o con suerte si había doblete, con una buena pareja. Seguía viendo como se utilizaba aquel accesorio al que cada día le tenía más manía. Cualquier amante de la naturaleza llega a amar los peces, al menos es mi caso.
Por suerte, se empezaron a ver en los embalses nuevas embarcaciones al estilo americano, dotadas de un salvador elemento: el vivero. Al menos los peces no estaban encadenados, aunque se estresaban bastante en esas cajas cerradas por muy oxigenadas que estuvieran. Pero la mentalidad de los pescadores empezó a cambiar y se podía apreciar en las fotos, donde empezaba a verse al afortunado pescador con menos, pero mejores peces.
El encuadre perfecto
Otro elemento salvador apareció en el nuevo siglo: las cámaras digitales. Una calidad superior de las fotografías que se podían empezar a compartir por la cada vez más imparable red de internet. Los pescadores comenzaron a darle más importancia a una bonita foto de pesca , con un encuadre perfecto de un solo pez y un buen paisaje de fondo. Y hoy día se ha convertido en todo un arte. ¡A ver quien consigue la foto más hermosa!
Podemos participar en interesantes y divertidos concursos en la red como el de PéZcalo en Facebook, donde las 3 imágenes que más apoyo consigan son premiadas con dinero para gastar en productos de pesca en la tienda online PeZcalo.es.
Da igual tu modalidad de pesca. Spinning, sufcasting, rockfishing, mosca,… todas las especies se merecen una bonita fotografía junto al señuelo que lo ha engañado, al equipo utilizado o volviendo al agua cristalina de donde ha salido para nuestro gozo.
Y esas especies menores que hasta ahora carecían de interés para una gran parte de la afición, son las estrellas. Y si no, no negaréis que los serranos, maragotas, obladas y jureles no salen atractivos en nuestras fotografías. Compiten junto a los enormes atunes, doradas, lubinas o truchas en todas las revistas de pesca y páginas web.
Visión de futuro
Quizás esto quede en una mera anécdota, pero pienso que la mentalidad del pescador puede cambiar y así mejorar nuestro futuro. Los peces y el medio se lo merecen. Aún a día de hoy se siguen viendo infinidad de pescadores en el mar llenar sus neveras con capturas, sin respetar cupos y mucho menos las tallas.
Y qué decir de la pesca en nuestros ríos y embalses. Salvo los ciprínidos, muchos depredadores acaban en la sartén, siendo estas masas de agua tan sensibles a la sobrepesca. En muchos embalses una nueva plaga de pescadores de países del este, hacen su agosto en nuestras aguas con las carpas, el bass y la lucioperca. Entre todos se puede revertir esta situación. No hay nada mejor que pasear por el embalse o el mar, caña en mano, buscando a nuestras presas, disfrutando del paisaje y de una limpia ribera, sin ver peces fileteados. O esperar la picada en nuestras cañas de surf junto a la arena de la playa, fotografiando la puesta de sol y esperando hacerse la foto con la mejor pieza, que hacerse la foto con innumerables presas sucias de sangre y arena…
[quote]La mentalidad del pescador puede cambiar y así mejorar el futuro de este deporte. Los peces y el medio se lo merecen.[/quote]
Todo puede conseguirse, estoy convencido. Estamos en el momento idóneo para inculcar también estos valores a los que empiezan en este deporte. Nuestros más pequeños abren los ojos de par en par cuando ven esas fotos cargadas de peces, pero sin duda, eligen la más hermosa, esa donde el pez es devuelto por el pescador o posa con ese gran trofeo.
La guinda del pastel
Pero el afán de muchos pescadores por hacer cosas nuevas no tiene fin. Gracias a las redes sociales y a los formatos digitales, actualmente un nuevo pescador aparece por las orillas…ese que junto a su cámara de fotos de última generación, lleva también consigo una pequeña cámara digital de grabar, al que no se le escapa detalle alguno de su jornada. Y como no, el mejor lo dejaba para el final. Uno con una novedosa cámara de vídeo pegada a su gorra, que se graba mientras pesca y pelea su captura, para filmar también su suelta. ¡Si hasta son sumergibles! Apasionante…
¿A qué esperáis para enseñarnos vuestra mejor foto de pesca?
1 Comentario
Participa en la conversaciónRectificar es de sabios, Toni, y olvidarnos para siempre del despreciable estringer es una de las mejores maneras. Yo, personalmente, nunca lo usé porque no me gustaba en absoluto.
Y sobre lo que comentas sobre la depredación sin mesura en costas y agua dulce… ¡Qué decir! Subscribo totalmente lo expuesto en tu artículo.