A debate: ¿Se pueden sustituir las repoblaciones de trucha arcoíris por trucha común?

por Antonio Gallardo 24 de julio de 2016 1 comment

El 14 de junio el coto del Embalse de La Jarosa en Madrid realizó la última repoblación de trucha arcoíris de la variedad stellhead. En este coto intensivo, bajo la sombra de la Sierra de Guadarrama, este tipo de repoblaciones se realiza periódicamente. Todo ello, a pesar de que no se ha estipulado aún la normativa de aplicación en Madrid. Desde el 26 de junio, todos los cotos intensivos de Castilla y León han cerrado. De hecho en ese fin de semana sin días de repoblación, arreciaron las críticas de los que pagaron su coto para no pescar nada. En Castilla-La Mancha los dueños de las piscifactorías negocian compensaciones ante la prohibición de la repoblación de la Carpa y de la trucha arcoíris.

Estos son algunos ejemplos de la situación caótica que vive ahora mismo el sector de la pesca deportiva tras la publicación en el BOE de la sentencia del Tribunal Supremo que incluye a la trucha arcoíris como especie invasora. De la situación de la Carpa, ya hablaremos en otro artículo, ya que en algunos casos es incluso la confusión es mayor. El problema está en que no se ha normalizado la situación y que las administraciones siguen amagando y decidiendo muy poco, y se necesitan planes y decisiones firmes lo antes posibles.

Trucha arcoíris pescada en un intensivo del Júcar

No voy a discutir en este artículo de si es justo o injusto. Lo hemos hecho en anteriores. Ni si hay alguna posibilidad legal de permitir mantener estas especies como pescables hasta ahora. Quizá para la carpa existan más posibilidades, para la trucha arcoíris soy bastante más escéptico y creo que el cierre de los cotos basados en esta especie será un hecho irremediable. Por ello, hay que trabajar en alternativas o se perderán muchas zonas de pesca y el sustento de parte del sector.

Alternativas al cierre

Empecemos por el principio. La recuperación natural de estos ríos sin la intervención del hombre, es imposible. Sin trucha arcoíris no se conseguirá que de repente se multipliquen las poblaciones de barbos o especialmente que de repente la trucha común llegue a estos ríos. Nuestra trucha común está en regresión, muchos aspectos influyen en ello. La temperatura y calidad del agua son factores fundamentales y hace que cada vez se mueva más a aguas más frías y puras de montaña. Por ello, esos tramos medios, es donde en muchos casos fue sustituida por la arcoíris. La consecuencia, el primer efecto del cierre de los cotos intensivos, es que quedarán ríos yermos de peces, en los que la pesca deportiva es imposible.

Podemos asumirlo o no. Si es así, habremos condenado muchas zonas de pesca, pongo como ejemplo buena parte de los cotos trucheros de Jaén y Granada, que viven de la pesca de la arcoíris.

Repoblaciones de trucha arcoíris

La segunda opción sería sustituir trucha común por arcoíris. El problema no es baladí. Existen piscifactorías, gestionadas buena parte de ellas por la administración, dedicadas a la repoblación de trucha común. Desde hace años afortunadamente muy especializadas en mantener, reproducir y repoblar con ejemplares propios de los ríos donde se hacen las sueltas. Muchas repoblaciones anteriores tenían un grave problema de hibridación. Se hicieron con ejemplares centroeuropeos y mezclándose con las truchas comunes propias dan lugar a truchas híbridas con más riesgos de enfermedades y de acabar con nuestra trucha autóctona. Con la arcoíris, al ser especie distinta era imposible. Es más, la arcoíris se repuebla con ejemplares del mismo sexo y por ello, incluso no se reproduce entre ellas, son sueltas de “repoblar y pescar”

El coste y las posibilidades de sustituir las repoblaciones con trucha común

Por tanto si queremos recuperar estos tramos con trucha común debe ser la propia de la cuenca en la que pescamos. Esto lleva a que los costes se multipliquen enormemente. Con ello se expulsa a buena parte de la iniciativa privada, tanto en la gestión de los cotos como de las piscifactorías. Estas, sólo garantizando que el costoso proceso de reproducir ejemplares de trucha común es remunerado por la administración podrían intentar sobrevivir. Este punto es muy complicado.

Repoblación con trucha autóctona en el río Sil

Por todo ello la administración debería dar la solución invirtiendo en ello, pero en este punto soy poco optimista. Los presupuestos en pesca siguen siendo mínimos y me temo que en este aspecto se lavarán las manos. Si por ejemplo, una asociación de pescadores decidiera gestionar un centro de repoblación, soltar truchas comunes y gestionar el coto, el precio sería desorbitado. Para el pescador, completamente inviable.

Por todo ello, sustituir las repoblaciones de trucha arcoíris con trucha común es posible, pero también muy improbable. ¿Quién perderá? Piscifactorías, guías de pesca, hoteles, restaurantes y por supuesto… los pescadores.