A debate: ¿Se debe imponer mayores límites y penalizaciones para evitar la expansión del Siluro?

A debate: ¿Se debe imponer mayores límites y penalizaciones para evitar la expansión del Siluro?

A debate: ¿Se debe imponer mayores límites y penalizaciones para evitar la expansión del Siluro?

por 22 de agosto de 2014 1 comment

Como casi todas las fuentes indican, hace 40 años un biólogo alemán introdujo los primeros alevines de Siluro en el Segre. Aunque se dice que su intención era crear una alternativa a la entonces abundante población de Lucio de la zona (hoy prácticamente desaparecida) lo cierto es que ha cambiado la fisonomía de la zona (algunos para bien y otros para mal) del Ebro y cada día la amenaza del Siluro es más global.

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El Siluro en el Ebro y especialmente en Mequinenza es ya uno de los principales reclamos turísticos, miles de pescadores se dirigen allí cada año para capturar gigantes que cada vez se consiguen más cercanos a los 100 kilos. Pero todo ello a cambio suponen un problema mediombiental. No hablamos de esos vídeos que cada vez más abundan por youtube en el que vemos a siluros capturando palomas, sino como han acabado con poblaciones de peces, especialmente bogas y barbos prácticamente inexistente. Para la Universidad de Toulouse el riesgo de este gigantismo del Siluro está en colonizar aguas mucho más cálidas de las que so originarias (Volga, Danubio) aclimatándose y alimentándose de forma voraz.

Una extensión peligrosa

El resultado de una expansión del Siluro a otros ríos españoles, algo que ya está ocurriendo, generará atractivo turístico y para algunos pescadores pero a costa de un daño casi irreversible para el resto de la fauna piscícola, lo que ha llevado a que algunas Comunidades Autónomas tomen medidas estrictas. En Extremadura la cuenca baja del Tajo y del Tietar se da por perdida y no hay mucha actividad para delimitar el riesgo más cuando se están pescando ya muchas capturas de más de 20 kilos. El riesgo, que colonice la cuenca del Guadiana, paraíso de Carpas, Basses y Lucios.

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Castilla-La Mancha decretó en 2009 una serie de medidas destinadas a contener el avance de esta especie: está prohibida la comercialización del siluro, incluyendo el transporte, tenencia y estabulación de ejemplares para tal fin, tanto en vivo como en muerto, incluidas sus partes y derivados, huevos y esperma sin permite la celebración de concursos y competiciones deportivas de la pesca del siluro. En Valencia, la aparición hace un par de años en la Albufera de pequeños ejemplares desató todas las alarmas y se rastrea constantemente el pantano de Tous ya que su aparición allí llevaría a colonizar todo el Jucar por su canal. Y que decir de Andalucía y el gran peligro de que colonice el río Gudalquivir. En el embalse Iznajar que riega aguas de Córdoba, Málaga y Granada se ha prohibido la pesca y ha generado manifestaciones de pescadores y de los alcaldes de la zona. Pero la posición es firme, la Consejería de Medioambiente ha remitido un informe a la Fiscalía de Delitos Ambientales del TSJA, para que sea investigada la «posible comisión de delito contra el Patrimonio Natural y la Biodiversidad«.

¿Deben continuar estas medidas o incluso hacerse más duras? Deje aquí su opinión.

1 Comentario

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  1. Toni Martínez
    #1 Toni Martínez 22 agosto, 2014, 13:50

    Es mucho más serio de lo que parece. El siluro es un super depredador que aniquila todo pez que pase por delante de él. ¿Eso quiere decir que hay que erradicarlo? Hombre pues no del todo… en la zona de Caspe-Mequinenza-Ebro está perfectamente aclimatado al medio y todas las poblaciones de peces son estables. Si algunas bajan no es por culpa del siluro si no del furtivismo y las salvajadas que cometen los mal llamados pescadores. Pero claro, la zona es enorme y con un gran potencial en minitallas. Pero en otras zonas el siluro sí que es dañino. El bajo Ebro y el delta es un claro ejemplo. Y ya no hablamos de otras zonas de la península. Yo matar un siluro al pescarlo no lo haré. Quien debe tomar más cartas en el asunto son la guardería, la guardia civil y las patrullas de medio ambiente que brillan por su ausencia en casi todas las aguas. No hay vigilancia ninguna y hay quien hace lo que le da la gana. Deben cambiar las mentalidades. Primero los pescadores, no jugando a ser biólogos ni aniquilando todo pez viviente para sacarse cuatro duros y luego la administración, a la cual los verdaderos pescadores no hay duda de que molestamos. Mucho chupatintas chupando del bote y cobrando comisiones bajo mano, gracias a los furtivos y a la parsimonia de las autoridades que deben velar por los peces. Y que nadie me diga que eso es imposible. Solo hace falta pasearse por el Ebro y ver la clase política que tenemos en este país. Así nos va.

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