¿Cómo sujetar un lucio?

¿Cómo sujetar un lucio?

¿Cómo sujetar un lucio?

por 7 de diciembre de 2015 0 comments

Lo tienes, ha picado, habéis peleado y sabes que esta vez no se escapa… Es entonces, en ese último gesto en el que lo acercas y ya está a mano, cuando realmente te encuentras frente a frente con un depredador dotado con una de las fauces más temibles y tu mente se hace la pregunta más lógica de todas ¿y cómo narices agarro yo esto?

Ten por seguro que no serás ni el primero ni el último en no tener demasiado claro como enfrentarse a más de 700 dientes afilados como agujas distribuidos en mandíbula, paladar, agallas e incluso en la lengua. Sin duda, un momento crucial en el que deberemos tener claro como actuar, ¡un mal gesto y experimentarás en tus propias carnes lo que siente un pez al verse atrapado en las terribles fauces del lucio!

El objetivo de este artículo, es mostraros los métodos más sencillos y seguros para que respetando a tan magnífico adversario y causandole el menor daño posible (siempre bajo la filosofía del captura y suelta), podamos manejarnos sin miedo y finalmente tomemos la tan deseada “foto-trofeo”.

Como SÍ sujetar un Lucio.

Opérculos:

Probablemente el modo más sencillo y seguro de manejarlos, ya que tan solo tenemos que agarrarlo por lo que podríamos considerar la “nuca” del pez, eso sí, teniendo cuidado de no meter mucho los dedos en las agallas. ¡Pero ojo! Este método solo lo podremos poner en práctica con lucios nunca mayores a los 2 o 3 kilos, ya que con peces de mayor tamaño podríamos causarles daños y nosotros mismos no nos veríamos en una posición cómoda.

Boca/Mandíbula:

Las primeras veces nos parecerá difícil y solo apto para valientes con no mucho aprecio por su integridad física… Pero pronto veremos que estamos ante la mejor manera de sujetar un lucio. A pesar de la ingente cantidad de dientes, en la zona situada entre la lengua y la mandíbula inferior, encontraremos lo que podríamos considerar una “zona segura”.

Para acceder a ella, sujetando el lucio por los opérculos (pero sin llegar a levantarlo), lo voltearemos ligeramente para hacer accesible la mandíbula inferior, allí veremos la punta en la que las agallas se juntan, es por donde introduciremos los dedos, justo por el espacio que nos deja la primera de las agallas, ¡siempre apuntando las puntas de los dedos hacia los dientes y no hacia la lengua!

Aunque este es un método que puede utilizarse con lucios de prácticamente cualquier tamaño, es el modo con el que nos enfrentaremos a los lucios más grandes. Siempre será recomendable utilizarlo con piezas mayores a los dos kilos, en caso contrario, el espacio disponible para dejar los dedos en la “zona segura”, será demasiado pequeño y acabaremos tocando algún diente.

AR_002_02

Como NO sujetar un Lucio.

Boga Grip:

La polémica está servida, y por desgracia de los propios peces, su uso extendido. Sin duda alguna es la manera más sencilla y cómoda de agarrarlos, eso sí, pensando en nosotros mismos y no en la integridad física de nuestro adversario.

Los atrapa-peces (comunmente conocidos como “Boga Grip”), pueden definirse como una pinza métalica que mediante la acción de un gatillo atrapa fuertemente la mandíbula del pez. Sobra decir que en muchos más casos de los deseados, al tratarse de una pieza metálica, causa notables daños al lucio, con todas las consecuencias que eso conlleva respecto a su vida tras ser liberado.

Personalmente desaconsejo esta herramienta, y más aún a todas aquellas personas que creen en el captura y suelta. No tiene mucho sentido liberar un pez si durante su manejo le hemos causado daños que podrían matarlo a largo plazo. Lo sencillo no es lo correcto.

Ojos:

Aunque fué uno de los métodos más utilizados hace años, hoy en día podría considerarse de salvajada sin sentido ni excusa. Si acaso alguien que utiliza este modo de sujetar los lucios es capaz de liberarlos (quizás más por falta de sitio en la nevera que por respeto a su rival), sobra decir que los daños causados en los ojos resultarán mortales para un depredador que basa gran parte de su acción de caza en el sentido de la vista.

Agallas:

Quizás con un uso menos extendido, nos encontramos igualmente ante otra de las maneras más salvajes y crueles de sujetarlos. Los desgarros y lesiones que puedan causarse manejándolos así serán dificiles de superar y como consecuencia lógica, la mortandad será elevada.

AR_002_03

Otros consejos útiles.

Cuando un gran lucio es levantado completamente en vertical, suele tener que soportar el peso de sus propias entrañas, y en muchas ocasiones esto genera graves lesiones. Por tanto, así como intentaremos que el tiempo fuera del agua sea el menor posible, también intentaremos que el tiempo en el que un lucio se mantiene en posición vertical, sea el menor posible. La mano que no lo sujete por los opérculos o la mandíbula, la pondremos junto a la aleta anal, tal como se muestra en la foto que encabeza este artículo.

Por otra parte, algo tan sencillo como el humedecernos las manos antes de sujetar el pez, ayudará a que no pierdan la mucosa que cubre su cuerpo y que les protege de infecciones. En la medida de lo posible, y por la misma razón, intentaremos también que el pez no toque el suelo.

Y recordad, la capacidad ética de respetar nuestras capturas y el entorno que nos rodea, será la mejor garantía de nuestras mejores jornadas. Por encima de todas las normas establecidas, ¡Captura y Suelta!

No hay comentarios todavía

Participa en la conversación

No hay comentarios.

Anímate y se tú el que comience los comentarios de este artículo.