No hay carpfishing sin cebado, es más, no hay una buena jornada de pesca de grandes carpas si el cebado no es exitoso. Y cebar no es tan sencillo. No hablamos de depositar el alimento a las carpas en su lugar y correctamente, ya que tenemos todo tipo de cebadores para conseguirlo sino de escoger bien cebo y adecuarlo al entorno y al gusto de los peces. Algo que puede parecer sencillo, pero que no lo es tanto y requiere de un análisis previo y nunca hacerlo a la ligera.
Para ello os dejamos los siguientes consejos básicos que debemos siempre repasar y estudiar antes de nuestra jornada de pesca:
Contenido del árticulo
Realizar un cebado de lo que la carpa quiera en cada momento
Sólo mirar una lista de las opciones que existen de boilies y pellets marea. Los hay de todo tipo de sabores y gustos. Para simplificar distinguimos dos grandes tipos, los que tienen alto contenido calórico, como grasas de pescado, carne o cangrejo y otros muy atrayentes en aromas, pero sin este gran contenido calórico como los de fruta. En general, los altamente calóricos los utilizaremos a principio de temporada, en la primavera cuando tienen que recuperarse de invierno y freza y, ocasionalmente, en otoño si la carpa ha estado muy inactiva en verano. Y los de sabores son buenos para final de temporada cuando hay que ofrecer más atracción a unas carpas más esquivas y cuando la ingesta de alto contenido calórico le podría llevar a saciarse y no picar nuestro anzuelo. No es ciencia exacta. Pero nos permitirá una separación o que discriminemos mejor entre que cebos ir probando y que la práctica nos irá señalando entre los mejores en cada momento.
Elegir un lugar de cebado adecuado
Las carpas no se sitúan en cualquier lugar del embalse, tienen sus zonas de comodidad que, por una mezcla de fondos, vegetación, alimentación llevan a que se sientan cómodas. Por el contrario, hay otras áreas en las que sucede lo contrario, son yermas a la carpa y dejar allí su alimento es inútil. Por ello, siempre hay que hacer una lectura de la zona, buscar síntomas de actividad y depositar allí nuestro cebado. Si lanzamos y no vemos actividad de carpas al poco tiempo, será un síntoma claro de que el lugar no es el adecuado.
No todos los días son buenos para la pesca ni para cebar
Podemos tenerlo todo preparado, los cebos adecuados y saber los sitios con más potencial, pero encontrarnos con un cebado poco productivo. Los cambios meteorológicos bruscos, los cambios rápidos de presión atmosférica, las bajadas de temperatura, de dirección del viento… todos son muy sensibles para la carpa que seguramente pase de nuestro cebado y con ello “arruine” nuestra jornada de pesca. No hay que obstinarse en intentan sacar una jornada de pesca positiva cuando los medios están en nuestra contra.
Por el contrario. Hay cambios climáticos que levantan el frenesí de la pesca. Viento cálido del sur, subidas de temperatura, entrada de alimentos por la aportación de ríos y arroyos al embalse. Todo ello puede llevar a que atraigamos muchas y grandes carpas.
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