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Caña Okuma Bolognese y carrete Trio Red Core, la pareja perfecta

por Juan Urrutia 11 de julio de 2012 4 comments

Hay ocasiones en que uno observa por separado una caña y un carrete y automáticamente los ve mentalmente como un todo, como un equipo que encaja a la perfección. Fue lo que me sucedió con la Okuma Bolognese y el carrete Trio Red Core, de la misma marca.

Ya hablé en una ocasión de este modelo de caña, cierto, pero de la versión de 5-25 gramos de peso de lance. Ahora he probado su hermana mayor y, como suponía, su acción difiere notablemente, haciéndola adecuada para otros usos.

En primer lugar, hay que dejar claro que acción y peso de lance, aunque relacionados, no son lo mismo. La primera es la forma en que se flexiona la vara durante el lance, la pelea con el pez e incluso trabajando el aparejo o señuelo. El segundo, hace referencia a los gramajes máximos y mínimos que nuestra caña es capaz de lanzar. Cuanto mayor sea la diferencia entre estos pesos, más blanda y parabólica será la acción y viceversa. Por tanto, en el caso de la 5-25, siendo el peso de lance máximo cinco veces superior al mínimo, esperaba una vara “dulce”, para trabajar con aparejos livianos y disfrutar de cada captura. Sin embargo, el modelo que nos ocupa es una 30-70. Es evidente que estas cifras están mucho menos alejadas entre sí, así que di por hecho que esta caña sería notablemente más rígida y potente.

Características técnicas
Longitud: 4 metros, 133 centímetros plegada (también se presenta en 5).
Capacidad de lance: 30-70 gramos
Peso: 250 gramos
Anillado: siete anillas de óxido de titanio con bastidor inoxidable.
Material: carbono.
Acción: de punta, con gran reserva de potencia.
Funda: sí, de tela.
Empuñadura: textura antideslizante.

En acción de pesca
Esta caña nos permite, debido a su acción de punta y a su notable reserva de potencia, controlar piezas de gran porte. Es una vara más que ideal para afrontar jornadas tras la carpa o el barbo, sin que deba preocuparnos que la talla media de éstos, en nuestros pesqueros favoritos, sea considerable. Un pez de un kilo no es rival para esta caña, puede con mucho más.

En el ámbito marino, si nuestras capturas habituales son sargos, chicharros, mojarras y otros habituales de nuestras costas, no tendremos problemas para izarlos desde cierta altura siempre que no superen determinado peso. Hay cañas de corcheo de acción extra-fuerte pensadas específicamente para izar peces de dos kilos desde mucha altura, en acantilados, y a ellas acudiremos en estos ambientes. Ésta levantará peces de entre quinientos gramos y un kilo (diría que éste es un límite peligroso para ser levantado sin sacadera para la mayoría de las cañas), resultando muy adecuada para corchear en puertos y muelles.

Si nos encontramos a ras de agua (en un puerto o cala rocosa), entonces ya puede entrar un breado de tres kilos, que gozaremos de una gran pelea pero también de un notable control sobre la pieza.

A favor
– Acción idónea para manejar grandes piezas.
– Buena reserva de potencia.
– Anillado muy robusto y de acertada disposición.
– Buena capacidad de lance.
– Precio.
– Estética.

En contra
Como en el caso de su hermana menor, el portacarretes podría ser de agarre algo más cómodo, aunque cumple bien su cometido.

Okuma Trio Red Core
Para gustos se hicieron los colores, personalmente me parece un carrete de estética agradable y que casa a la perfección con su pareja.

Características técnicas
Bobina híbrida de grafito y aluminio.
5 rodamientos de acero inoxidable, 4 + 1 con antiretroceso infinito.
Velocidad de recogida: 5-1
Peso: 280 gramos
Manivela inyectada en aluminio con pomo ergonómico.
Capacidad: 0.20/220 0.25/140 0.30/100

En acción de pesca
Una caña de las citadas características no perdona tanto los fallos del pescador o un freno mal regulado como una de acción blanda, cosa que nos obliga a acompañarla de un carrete de freno muy progresivo.

En este caso, el mando de regulación podríamos considerarlo como de ajuste rápido, siendo suficiente un leve giro para variar considerablemente la potencia de frenado. Es práctico y cómodo pero, sobre todo si estamos acostumbrados a frenos con mandos de gran recorrido, es prudente “jugar” con él, practicar un poco con piezas de escaso porte o en casa hasta acostumbrarnos y automatizar en nuestros reflejos el manejo de este elemento. Dicho esto, destaca la progresividad del frenado en ajustes medios y fuertes, permitiéndonos cansar piezas considerables o evitar que éstas se dirijan hacia obstáculos sumergidos donde podríamos perderlas fácilmente.

Respecto a la capacidad de tracción, para ser un carrete relativamente rápido, es considerable. Con este pequeñín podremos levantar piezas medianas desde un espigón y orillar peces de buena talla en el pantano, pero si habitualmente izamos sargos kileros desde gran altura nos decidiremos por el tamaño inmediatamente superior, algo más lento y potente que el probado.

El funcionamiento de la maquinaria es suave y confortable, lo habitual en un Okuma de gama media, de prestaciones superiores a las que ofrecen otras marcas por ese precio. Basta dar unas vueltas de manivela, de cómodo agarre por cierto, para ver que tenemos en las manos un carrete de muy buena relación calidad-precio. El bobinado del sedal, sin sorpresas, como era de esperar en un Okuma, es preciso gracias a su guía-hilos con sistema anti torsión.

A favor
– Freno muy progresivo y de ajuste rápido.
– Maquinaria suave y potente.
– Preciso bobinado del sedal.
– Rodamientos de acero inoxidable.
– Estética moderna pero elegante.

En contra
Solamente hay un detalle que no me gustó en este carrete: carece de bobina de recambio, lo cual, a pesar de que admite líneas de grosores muy polivalentes, le resta capacidad para adaptarse a distintas situaciones en una misma jornada.

Conclusión
Este conjunto es perfecto para el aficionado a los ciprínidos que habitualmente se enfrenta a carpas o barbos de tamaño superior al kilo. No será el equipo de quien pesca carpines o barbos de trescientos gramos, de éstos disfrutaremos mucho más con la Okuma Bolognese de 5-25 gramos de peso de lance, pero aquél que busque la emoción de prolongadas peleas y duros embates, tiene en este equipo un aliado perfecto a un precio más que interesante.

En el medio marino, puertos, espigones y muelles serán lugares donde disfrutar de sargos, mojarras y chicharros, entre otros peces. Por la sensibilidad y potencia de esta caña, una técnica para la que resulta idónea es la pesca a pulso de lubinas con quisquilla viva, consistente en introducir el crustáceo en grietas o entre las rocas de espigones susceptibles de albergar al serránido durante la pleamar.

En resumidas cuentas, la polivalencia es una de las grandes virtudes de este equipo.