Como mejorar nuestra jornada de pesca de depredadores

Como mejorar nuestra jornada de pesca de depredadores

Como mejorar nuestra jornada de pesca de depredadores

por 6 de noviembre de 2012 3 comments

Como hacer para mejorar las capturas en nuestra jornada de pesca. Como bien sabéis, y partiendo de la base de la tremenda presión a la que se ve sometida la fauna marina merced a la acción del hombre, a menudo resulta más que complicado atrapar ejemplares de talla con nuestros aparejos. Ahora bien, tal circunstancia no impide que podamos seguir una serie de directrices en orden a dar con las mejores piezas que todavía se paseen por los alrededores.

Consejos para mejorar los resultados en la jornada pesca

Estos consejos nos ayudaran a que nuestra jornada de pesca sea más fructuosa

Observar su conducta

Con carácter general, los depredadores tienden a buscar resguardo en torno a zonas limítrofes con los bordes rocosos, con la malévola intención de que la orografía submarina y la penumbra oculten su presencia a la visión de sus presas, las cuales, por su parte, se suelen desperdigar por la zona, ya sea a lo largo de bancos de arena, o bien por canales pétreos. En este sentido, a poco que nos fijemos en su proceder, y aunque a priori creamos que estos minitallas muestran una conducta un tanto despreocupada mientras pululan de un lado a otro, lo cierto es que siempre están ojo avizor, máxime cuando en el medio salado, el menor descuido puede pagarse terriblemente caro.

Las picadas pueden suceder en sitio inesperados

Una pauta de comportamiento característica de los depredadores más veteranos estriba en mostrar una cerril querencia por pasearse por puntos de apreciable calado, aunque esto no es óbice para que efectúen ocasionales visitas por lugares someros en donde se produce un ascenso del nivel del fondo, o bien existe una pendiente, que es donde, precisamente, se suele congregar buena parte del alimento que constituye su dieta.

Por tal motivo, debe desterrarse la extendida creencia de que estos “viejos soldados” muerden únicamente los aparejos que sondean los grandes fondos, dado que adecuan su proceder en función de lo que determina el relieve submarino, de ahí que a veces los capturemos en sitios con apenas unos palmos de agua y donde no parece albergarse signo de vida alguno. Y es que cuando la comida escasea, en ocasiones no dudarán en adentrarse en zonas inimaginables si se les presenta la más mínima oportunidad, independientemente de la profundidad que éstas tengan.

Estudiar conductas

A menudo resulta bastante sencillo adivinar por dónde Lábrax –nuestro objeto de desvelos matutino, vespertinos y nocturnos– efectúa sus correrías. En este sentido, cuando en época estival amplios bancos de mugílidos patrullan por la superficie, basta con echar un rápido vistazo sobre el cardumen para constatar que, al menos uno de sus integrantes, amén de mostrar un perfil más esbelto, cuenta con unas dimensiones y una tonalidad que le permiten destacar sobremanera.

A partir de este instante, ejercitaremos una minuciosa labor de vigilancia de las evoluciones de esta bandada con la intención de descubrir la ruta que realiza siguiendo los dictados de la marea, y una vez hayamos establecido un itinerario, prepararemos concienzudamente los aperos y aguardaremos su paso en aquel punto desde el que contemos con más posibilidades de ponerla en seco.

Mas vale maña que fuerza

Cuando Neptuno detiene el oleaje, la posibilidad de pescar sobre un puesto avanzado nos puede situar en una posición ventajosa en más de una ocasión. No obstante, tal circunstancia puede no darse a menudo, así que no tiremos por la borda en un segundo todo el esfuerzo y el tiempo que nos ha costado llegar hasta allí.

Si de lo que se trata es de sorprender al pez en su terreno de caza favorito, mal camino llevaréis para sortear su sempiterna desconfianza si os dedicáis a lanzar grandes flotadores o plomos de elevado tonelaje. Por eso, apostad por confeccionar un aparejo acorde a las circunstancias, tratando a la vez de ocultar vuestra figura con la ayuda de los accidentes geográficos que pueda haber en el entorno.

Constancia es la madre de la sabiría

A decir verdad, a pescar se aprende pasando muchas horas a orillas del mar y perdiendo –que no pescando– los mejores ejemplares que podáis trabar, por aquello de que sólo somos capaces de aprender en virtud de lo que hemos padecido en primera persona. Es más, nadie escarmienta en cabeza ajena.

No obstante, el hecho de que la pesca sea una ciencia completamente inexacta posibilita realizar un sinfín de elucubraciones que nos conduzcan por la senda más adecuada en pos de los cada vez más escasos tesoros que rondan nuestras costas, aunque, tampoco viene mal que la suerte nos eche una mano de vez en cuando, ¿no es así?

3 Comentarios

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  1. Carlos Prieto
    #1 Carlos Prieto 6 noviembre, 2012, 21:32

    Hola compañero:

    Tal como está el mar, no queda más que probar, insistir y tener la mente muy abierta si pretendemos seguir perfilando nuestro personal e intransferible cuaderno de bitácora. Y recuerda que siempre aprenderás más de los peces que pierdas que de los que pesques.

    salu2 sala2

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  2. Carlos Prieto
    #2 Carlos Prieto 6 noviembre, 2012, 21:32

    Hola compañero:

    Tal como está el mar, no queda más que probar, insistir y tener la mente muy abierta si pretendemos seguir perfilando nuestro personal e intransferible cuaderno de bitácora. Y recuerda que siempre aprenderás más de los peces que pierdas que de los que pesques.

    salu2 sala2

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  3. jmelbruc
    #3 jmelbruc 6 noviembre, 2012, 15:59

    Completamente de acuerdo, la constancia te lleva a obtener resultados, es de la única manera que aprendes de verdad y sabes lo que estas haciendo.

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