Historias de pescadores

Que hacer durante al veda truchera

por Toni Martinez 24 de enero de 2017 0 comments

A muchos aficionados la espera de la nueva apertura truchera se les hace demasiado larga o más bien eterna. Cierto es que podemos seguir pescando en intensivos pero las jornadas temiendo en cuenta el frío del invierno (y hoy día la nueva ley de pesca) son contadas y una gran mayoría de pescadores cuando verdaderamente desempolvan los equipos es de cara al esperado mes de marzo.

Pero ese tedio invernal se puede hacer más llevadero si nos dedicamos a otros quehaceres relacionados con la pesca y más concretamente de la trucha, algunos verdaderamente necesarios y otros que nos ayudarán a dejar de lado el aburrimiento. Desde la limpieza, orden y reparación de material, hasta el montaje de moscas, la lectura de buenos libros, recabar información actualizada, pensar y marcar en el mapa nuevas zonas de pesca o seleccionar la multitud de fotografías acumuladas en nuestro ordenador. Muchas tareas que hacer ideales para la veda truchera.

Puesta a punto de nuestro equipo

Suele ser habitual que el pescador truchero guarde sus equipos al finalizarla temporada y a la hora de ponerlo en uso en la apertura nos demos cuenta de esa anilla rota, de que el carrete va demasiado duro o de que el nylon se parte en cuanto forzamos un poco. Detalles muy importantes que debemos solucionar y dejar listos durante la veda. La limpieza y cuidado de las cañas de pesca debe ser tarea obligada, limpiando bien las anillas con un paño húmedo y cambiando aquellas que veamos que están a punto de romper. Con el carrete más de lo mismo.

Hay que abrirlo y engrasarlo para dejarlo suave, para que gire al mínimo toque de manivela. En la pesca de la trucha un carrete rápido y bien engrasado es básico. Mejor engrasarlo que echarle aceite, ya que el aceite esparce los restos de arenilla y suciedad por los piñones, acortando la vida del carrete. Mejor desmontarlo por completo, limpiar las piezas con un paño empapado en alcohol y engrasarlo con grasa para cadenas de bicicletas por ejemplo o específica de carretes de pesca (más cara eso sí).

En cuanto al nylon, personalmente recomiendo cambiarlo cada temporada ya sea monofilamento o fluorocarbono. Tan solo si utilizamos trenzado podemos olvidarnos un poco del tema, pero no reutilizar jamás un bajo de línea ya montado de hace meses. Igualmente con las colas de rata que hay que limpiar y engrasar durante en invierno para que se mantenga en buenas condiciones. Otras tareas es la revisión de vadeadores, arreglando algún corte o pinchado y nuestras botas, sobre todo el estado de las suelas.

Señuelos y moscas

¡Qué bonito es el invierno para el montador de moscas! ¿Hay algo mejor sentarse frente al torno junto a una chimenea con buena música de fondo para montar unas cuantas secas? O en nuestra íntima habitación de pesca… El caso es relajarnos y aprovechar tantas horas muertas cuando fuera en la calle hace frío y llueve y no nos permite realizar otras pescas u otras actividades. Pues nada como montar todo tipo de moscas, siempre teniendo en cuenta las que mejores éxitos nos han dado en la pasada temporada o experimentando con algunos montajes.

Podemos montar la mayoría de moscas que utilizaremos durante la temporada, así en los meses de desveda no deberemos perder el tiempo montando salvo alginas excepciones, aprovechando así mucho más tiempo para estar a pie de orilla pescando, ¡que la desveda siempre se nos hace corta! Y además podemos hacerlo en compañía de otros pescadores, con buenas jornadas de sesiones de montaje donde se aprende unos de otros. O apuntarnos a algún curso de montaje si aún no nos hemos adentrado en tan fantástico mundo.

En cuanto a los señuelos más de lo mismo. Podemos aprovechar para comprobar el estado de anillas y anzuelos, o cambiar algunos triples por simples en cucharillas y “rapalas” para pescar en zonas sin muerte o para pescar más “deportivamente”. Si la pintura de algunos pececillos artificiales está maltrecha podemos preguntar a algún buen artesano si nos lo pintaría a nuestro gusto, de alguna imitación concreta y tener esos nuevos colores a punto para la desveda.

Nuevas lecturas

Un buen libro es sinónimo de sabiduría y la lectura es algo fundamental para ejercitar la mente. Ideal escoger en estas fechas títulos relacionados con la pesca y más concretamente sobre los salmónidos que los hay y en gran variedad. Que somos uno de los países europeos que están a la cola de los que menos leen, que no se diga de los pescadores.

Los libros de pesca siempre han estado ahí y muchos hemos aprendido muchos truquillos que luego con muchas horas en el agua nos han proporcionado ese crecimiento como pescadores. Los pescadores que se forman actualmente lo tienen mucho más fácil con internet y se ha perdido ese toque de magia que tienen los libros. No está de más recuperar viejas tradiciones bien bonitas que nos ilustren dentro de un panorama actual que va demasiado rápido carente de sentimientos.

Frente al ordenador

Pero tampoco podemos obviar la tecnología y las ventajas de internet y si es para cosas útiles no importa pasar horas delante del ordenador o tablet. Son meses para poner al día nuestros blogs y páginas webs y darle al coco en búsqueda de nuevas ideas. La búsqueda de vídeos de montajes de moscas es cada vez mayor ya que muchos montadores cuelgan sus vídeos para alegría de los más novatos.

Podemos buscar las nuevas normativas de pesca relativas a nuestras zonas de pesca para ver si han cambiado las fechas, cotos… Google earth ha dejado en el olvido a los maravillosos mapas pero podemos ser más precisos a la hora de buscar nuevas zonas de pesca y organizar futuras salidas a zonas que siempre hemos querido visitar para echar unos lances a sus truchas. Y como no, seguro se impone orden entre tanta fotografía que tenemos acumuladas en montones de carpetas. Hora de repasarlas y guardar las mejores para que estén perfectamente localizables.

Como vemos el aburrimiento no existe durante los meses de veda, pues aunque hoy día el pescador suele pescar durante todo el año distintas especies, sigue existiendo ese colectivo truchero que vive la pesca durante unos pocos meses al año. ¡Pues ya tenemos todos trabajo en invierno!