Pesca a surfcasting

5 consejos para encarar pesca surfcasting nocturna

por Carlos Prieto 22 de marzo de 2016 0 comments

Encarar al pesca surfcasting nocturna es una misión repleta de condicionantes.

La práctica del surfcasting de noche es una modalidad que cuenta con numerosos adeptos. Lejos del mundanal ruido y envuelto en el manto de la oscuridad, el pescador hinca en la arena las picas que posteriormente soportarán sus cañas, si es que no es de los que prefieren el sustrato rocoso para llevar a cabo sus correrías.

En cualquier caso, quien por estas horas se anime a probar suerte con los peces debe tener en cuenta que la situación ha cambiado sobremanera respecto de la luz del día, toda vez que, para empezar, la percepción de las cosas es muy distinta de lo que inicialmente parece. Y es que, a ojos vistas, con la noche las distancias no son las mismas y las apariencias engañan, por lo que conviene ser muy prudente con cada paso que demos por mucho que sea arena la que nos soporte el peso, pues, como bien sabemos, a menudo los hechos más graves ocurren de la forma más absurda que podamos pensar.

Consejos para encarar pesca surfcasting nocturna

Ahora bien, nunca está de más saber una serie de aspectos para cuando nos hayamos emplazado con seguridad que a buen seguro revertirán en favor de nuestra particular expedición.

Sedales rígidos de calibre 0,50

El surfcasting debe seguir una serie de parámetros para optimizar el tiempo que disponemos. Para empezar, hacer una buena presentación de los caros cebos que nos surtimos es una tarea que varía dependiendo del estado de la mar, pues cuando la mar bate y las corrientes sacuden el sector de pesca escogido para la ocasión, larguras del bajo de línea superiores a 40-50 centímetros son el punto de partida para que el aparejo se enrede con prontitud. A tal efecto, es aconsejable que a la hora de confeccionarlos, nos sirvamos de sedales rígidos y poco propensos a la torsión, como el Amnesia o los fluorocarbonos, cuando no monofilamentos de severo calibre del orden del 0,50, habida cuenta que en el presente escenario el asunto de la discreción pasa a ocupar un segundo plano, y en el caso de echar mano de aquéllos, lo haremos en virtud de su morbidez.

Jabón en seco para limpiar las manos

Los distintos tipos de cebo que solemos manipular mientras nos hallamos en acción de pesca obliga a que muy a menudo tengamos que lavarnos las manos y, para ello, por regla general nos servimos del mismo agua que la mar pone a nuestros pies. Ahora bien, este comportamiento trae como contrapartida que en ocasiones el frío producto de la mezcla del aire con el agua se cobre su tributo en ellas, y que aún así no siempre queden limpias de restos de tintas y olores contraproducentes para la pesca, como es por ejemplo el tabaco. Por tal motivo es aconsejable servirse de jabón en seco para eliminar estos indeseados agentes, lo que su vez preservará las manos del frío reinante, y que la sesión de pesca sea mucho más agradable en este sentido.

Bebidas calientes y viandas más allá del consabido bocadillo

El catering que preparemos para la sesión de pesca nocturna tiene tanta importancia como la luz que debe alumbrarnos, máxime si tenemos intención de llevarla a cabo durante varias horas. Y es que con el otoño las noches van alargándose conforme transcurre el calendario en tanto que los peces nunca tienen asegurada su presencia. Por tal motivo es aconsejable disponer de una amplia provisión de bebidas calientes y viandas más allá del consabido bocadillo. Aquí nunca está de más dar entrada a alimentos y bebidas ricos en azúcar, pues la pesca en la arena, por mucho que a simple vista parezca placentera, lo cierto es que precisa de un trabajo constante por parte de quienes la practican, y el gasto de energía puede ser muy considerable si la mar y los peces nos ponen trabajo.

Carro de ruedas y cajas estancas

Si bien a la luz del día podemos simplificar mucho las cosas, con la llegadas de las sombras requerimos una mayor cantidad de equipaje, de ahí que su transporte hasta la misma orilla pueda hacerse de distintas formas. De este modo, y aunque la mochila siga siendo válida, por la noche se impone el carro provisto de ruedas, cuando no sea posible arrimar nuestro vehículo hasta la misma orilla. Eso sí, las cajas estancas también son otra opción muy válida en la medida que nos permitirán trasladar una inmensa colección de cachivaches necesarios para llevar a cabo la salida de pesca. Hechas de plástico y con una gran solidez, incluso nos pueden servir de asiento mientras los peces con mayúsculas entran en escena.

Prepararse mentalmente

La pesca nocturna es una modalidad que si bien no es practicada por la mayoría de los pescadores, cuenta con numerosos adeptos en virtud de los resultados que se cosecha, mas para ello es necesario mirar las cosas desde un prisma distinto al que tiene lugar a plena luz del día. Ahora bien tengamos igualmente presente que hay una serie de inconvenientes que conviene valorar, como es el frío y la humedad reinantes, luego preparémonos bien si un día nos tienta la idea de buscar a los peces bajo el manto de las estrellas.